Cómo alquilar en Sydney

Pues a principios de abril nos mudamos a la casa nueva. La verdad es que no estábamos buscando en serio, pero mirábamos a ver que había.

Aquí hay dos formas de alquilar: la más común y cara, a través de una agencia, y la más barata, directamente al dueño. El problema de esta ciudad es que hay un bum inmobiliario y es carísimo alquilar y comprar, y como en todo buen bum, te venden y alquilan mierdas por unos precios desorbitados.

El precio mínimo normal por el que puedes alquilar un piso que esté decente es de unos $400 la semana (aquí se paga por semanas normalmente, tanto salarios como otras cosas). Todo depende del barrio y lo lejos que estés del centro, como en todos lados, pero por menos de eso es bastante difícil encontrar un piso de una habitación que no sea una porquería o un zulo.

Al precio súmale que los pisos de alquiler en esta ciudad pertenecen en una gran mayoría a inversores chinos o grupos de inversión y que hay una demanda enorme. Esto hace que todo se mueva por agencias, que debido a la gran demanda, no tienen por qué hacer su trabajo bien, vamos que son unos inútiles maleducados.

Os voy a contar el trámite con agencia, para que juzguéis por vosotros mismos:

– La agencia tiene un piso. Si es un piso que sabe que se le va a ir de las manos pone un anuncio para visitarlo el mismo día o con un día de adelanto en internet. Si no es tan buen piso lo avisa normalmente esa semana para verlo un día del fin de semana que se puede repetir por 2 o 3 semanas.

– Tienen el día de puertas abiertas. Te juntas viendo el piso con decenas de personas que pasan como una marabunta por él. Los interesados le comen un poco la oreja al agente inmobiliario y le piden el formulario para presentar una oferta. Si oferta, aquí se publicita por el mínimo, pero tú siempre tienes que ofrecer más para llevártelo, lo mismo en alquiler que compra.

– Hacer una oferta: Hacer una oferta supone entregar un montón de papeles aparte de ofrecer más dinero, si te quieres llevar la vivienda. Entre los papeles están: tu nómina, un extracto bancario con tus ahorros y varias pruebas de identidad (no vale con una, tienes que entregar DNI, que aquí es el carnet como en USA, pasaporte, partida de nacimiento, otro tipo de carnet, facturas a tu nombre,… al menos dos como prueba de tu identidad). También te piden tu historial de alquiler, que te lo dan en tu antigua agencia, o una carta de recomendación de tus caseros si ha sido por privado. Eso último para probar que eres una persona que cuida la casa en teoría. ¿Una locura? Si. Ah! Y si eres extranjero tu visado.

– Proceso de selección: Cuándo la agencia tiene ya varias ofertas que le convencen, hace una lista por puntos. Si ganas más, más puntos; si tienes más ahorros, más puntos; si tu visado es mejor, más puntos; y así hacen un ranquin. Por supuesto no todo vale lo mismo, pueden pasar que tu visado no sea guay si ofreces más dinero.

– Alquilar. Una vez has sido elegido en el proceso firmas un contrato que puede que tenga una clausula (leasing) que dice que si el contrato dura 12 meses tú te comprometes a pagar esos 12, y que si quieres dejarlo antes, deberás encontrar a otra gente para el piso o pagar lo que sea el alquiler hasta el fin del contrato. Muy agradable el proceso vamos.

Porque el proceso es grotesco y los agentes unos maleducados, nosotros optamos por intentar buscar casas por privado. Hay una página, tipo segunda mano en España, en la que puedes encontrar algo. Lo malo, que normalmente son casas que están en mucho peor estado y es más difícil encontrar algo decente. Lo bueno, que normalmente son más baratas para las mismas características; la agencia no se lleva su parte.

Total que de casualidad vimos esta casa y escribimos. Pasó una semana y no nos contestaban, pero la casa seguía anunciada, normalmente la quitan enseguida si la alquilan. Creo que Ramin volvió a escribirles un mail y nos contestaron que si podíamos ir a verla al día siguiente. Total, que después del trabajo nos acercamos a verla y nos encantó desde el primer momento.

A mí me gustó el barrio según iba andando hacia la casa. Está a 15 minutos andando de mi trabajo y la zona está genial. Un montón de bares y restaurantes con terrazas fuera, vamos que el barrio tiene vida, que donde vivíamos antes eran los suburbios y ahí solo ves ‘monovolúmenes’ y possums…

Ni monovolúmenes...

Ni monovolúmenes…

La casa está en la parte trasera de una casita unifamiliar. La madre, de 88 años, de la casera vive arriba y tiene pinta de que dividieron la casa para sacarse un dinerillo. La casera vive al otro lado y tiene una puerta que conecta su jardín con el nuestro, si, tenemos jardín.

El jardincillo el día que fuimos por primera vez.

El jardincillo el día que fuimos por primera vez.

El salón

El salón

El dormitorio

El dormitorio

La cocina.

La cocina.

El baño.

El baño.

Las vistas desde un rincón del jardín

Las vistas desde un rincón del jardín

Total, que la casa nos encantó, le dijimos que la queríamos y nos dijo que todos los que habían ido la querían, que nos diría algo a final de esa semana. Y el final ya lo sabéis. Eso sí, aquí cuando te mudas, te mudas YA. Así que en una semana teníamos la mudanza….pero eso lo contaré luego…

Besitos!

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