Archivo | Libros RSS for this section

La nueva Edad Media Cap.2

¿Vivimos realmente una nueva Edad Media?

No sé si os habeis dado cuenta pero la Edad Media no goza de muy buena publicidad. Los encargados del marketing parece que no les gustaba mucho esa época y nos la presentan como una época oscura y de decadencia.

Supongo que, de decadencia, si que fue. El imperio romano se desmoronaba, pero su desmoronamiento creó toda una época de oportunidades. Personalmente creo que ahora también estamos viviendo una época de decadencia y desmoronamiento del modelo anterior.

El capitalismo se está desintegrando y lo malo es que no creo que veamos su fin, solo veremos cómo las élites económicas se aprovechan (y se aprovecharán) para enriquecerse a costa de lo que queda del estado de bienestar. Sacando tajada de los derechos que costó tanto conseguir durante el siglo pasado y que ahora solo son moneda de cambio.

Pero ese es otro tema. Entonces, ¿se parece nuestra época a la EM? Pues yo creo que tiene sus cosas.

Para mi una de las principales es este regusto de autonomía que está apareciendo. La gente se está empezando a organizarse en paralelo a las instituciones ya que cada vez el ciudadano importa menos y sus necesidades son menos consideradas. Así la población tiene una respuesta lógica y busca en otros lados lo que necesita.

Ejemplos de esto que digo pueden ser el nuevo ‘contrabando’ de paneles solares, los proyectos para re-habitar pueblos abandonados o la evolución del 15M en asociaciones de barrio y otros movimientos sociales, Marea Verde, PAH, etc… No me meto con ejemplos a gran escala como podrían ser los llamamientos independentistas de Escocia o de nuestros queridos vascos y catalanes, ya que para mí estos proceden de un proceso social e histórico totalmente distinto.

«Y permitiría deducir la imagen de la sociedad del desorden, que bulle entre fermentos de revolución y de militarismo represivo, en torno a las instituciones vacías y abandonas.»

La nueva Edad Media Cap.1

En estas vacaciones mías de dos semanas he empezado a leer el libro de Umberto Eco et al, La nueva Edad Media. Es un libro muy cortito (163 páginas), con cuatro ensayos de cuatro autores diferentes publicado en 1973 y que me está haciendo reflexionar sobre este mundo en el que vivimos hoy. Solo he leído el primer ensayo y un poco del segundo y en ellos se hace una comparación de la Edad Media con el mundo actual. Las comparaciones son interesantes y las similitudes curiosas. En él dice así:

«…y el aparente bizantinismo, el gusto apasionado por la colección, por el catálogo, por el assemblage, por la acumulación de cosas diferentes se debe a la exigencia de descomponer y volver a juzgar los restos de un mundo anterior, quizá armónico, pero ya anticuado, que hay que vivir…»

Y yo me digo, sí que es verdad que estamos acumulando. Acumulando objetos en casa, información en discos duros, mails en la nube, mensajes y fotos en móviles. Me da la sensación de que no se puede borrar nada, que borrar es algo así como un pecado contemporáneo. ¿Porqué ese ansia por guardar, conservar y acumular? Yo soy la típica que guarda o he guardado alguna vez entradas de cine, museos, conciertos, teatro, tarjetas de restaurantes, envoltorios de comida (suena raro, pero si…), papeles de regalo usados y muchas cosas mas. De vez en cuando me entran crisis y empiezo a hacer limpieza y tirar todo lo que veo, pero ¿porqué existe ese sentimiento de guardar desde el principio? ¿Alguna sugerencia? Por ejemplo, ahora tengo una balda de la cocina llena de botes de cristal vacíos. Ramin los quiere tirar, pero yo me resisto porque igual se pueden usar para algo en el futuro.

Y ahora voy más allá y me pregunto si ese afán de conservar no será, cómo dice el texto, una forma de anclarse al sistema que está resquebrajándose y transformándose en algo nuevo. ¿No nos dará miedo lo nuevo que está por venir? Ese nuevo modelo de mundo que parece que se aproxima cada vez a más velocidad pero que es bastante probable que no veamos nosotros con nuestros ojos, pero que colaboremos en su creación y que es el mundo donde vivirán nuestros hijos y/o nietos, biznietos… ¿No será que en el fondo intuimos que esto se desvanece y esa acumulación es la manera que tenemos de ‘conservar’ viejos modelos, al menos en nuestra vida cotidiana?

Hay días que me pregunto cómo será ese nuevo mundo que está por venir, ¿alguna idea?